Cuando el tiempo cambia y se levantan las nubes. Cuando sale el sol y se vuelve a poner. Cuando el mar lleva las olas a besar la orilla. Todo es cuestión de tiempo.
A veces me pregunto si a mí también me pasará. Oye, el tiempo corre a
cuenta de todos, y algún día seré yo también la que cuente.
Mis te quieros no podrás contarlos con los dedos de una mano,
y en vez de contar días, semanas y meses, yo contaré
por noches, por latidos y por sensaciones.
¿Vienes? Sólo es un maldito número.
Deja que la cuenta siga, pero
que siga a mi curso.
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