viernes, 21 de diciembre de 2018

Café solo con sacarina



Echarse de menos también es querer. Es recordar con nostalgia y sonreír porque has sido feliz. Es revivir cada bar y cada café como el mero escenario donde comenzamos a escribir.

Ahora, que este lugar ha dejado de ser solo mío, que ya no es ese baúl de sentimientos que solo yo conocía. Ahora que he dejado que te asomaras a mi yo más profundo, que me leyeras sin barreras, aquí, con las emociones abiertas en canal. Cómo explicarte hoy, que me acostumbré a vivir deprisa cinco días de la semana y a recorrer las frías calles de diciembre porque la recompensa era impagable: yo para ti y tú para mí.

Has pulsado la tecla de mi desbloqueo, me has acariciado el alma y ya no quiero dejarte ir. Por eso te pienso, te extraño y te imagino en cada plan y aventura que desearía hacer. Nos quiero muy nuestros; ganadores, exitosos, fuertes. Quiero querer, quiero ser yo.

Me has salvado tantas veces de mí misma sin siquiera saberlo que no sé cómo agradecértelo. Me has dado fuerzas para sobrevivir mil inviernos. Ahora creo con los ojos cerrados, en mí misma, en la fuerza de los sueños y en las personas. Has creado con tus manos una fortificación para mis flaquezas y hoy me siento inmensa. Hacía tanto tiempo que no me sentía así que... creo que esta es la primera vez. La primera que sonrío por tener fe, por dejarme llevar por el destino, y por haber acabado unos brazos únicos e irrepetibles.

Cuento los días para que me vuelva a embriagar el olor y el calor de los besos de quien quiere de verdad, de quien habla sin decir nada. Que tus labios y el sabor del café me hagan soñar mucho, mucho... de verdad.



domingo, 9 de diciembre de 2018

Si no fuéramos nosotros


Qué difícil es ser tú y yo. Tú, que con tus alas sobrevuelas tierras y mares, y yo, que juré no volar hasta que me dieran el pistoletazo de salida.

Solo se necesita el tiempo de un reloj para saber qué es y qué no es necesario; qué es lo que aporta y qué cosas son las que no suman. Y ojalá pudieran verte, ojalá pudieran saberte todo lo que hoy yo sé de ti.

Juro que si tú no fueras tú, ya hablarían de ti todos mis diarios, mi subconsciente y mi sonrisa. Ya habría dejado atrás el juego de inventarme cada día un lugar en el que estar, para que todos supieran que cuando de verdad soy y estoy es contigo. 

Juro que si yo no fuera yo, habría dado rienda suelta a mis instintos y te habría perjurado no abandonarte jamás, fuéramos quienes fuéramos el uno del otro, pero siempre estaría a tu lado. Yo volvería a abrir mi corazón con todas las consecuencias; te esperaría, te entendería y te cuidaría. Jamás volverías a caminar solo. Hasta la bestia más salvaje encuentra paz en brazos ajenos.

Si no fuéramos nosotros el mundo pararía para conocer nuestra historia; nos miraría y asumiría su derrota. Porque no puede ser, pero nosotros podríamos mostrar que sí podemos.

Tú y yo no podemos ser tú y yo. Y aún no comprendo por qué razón.