martes, 13 de marzo de 2012

Bad day

Hay días que son así porque sí. No tienen una explicación ni tampoco intentas dársela. Pero cuando vuelves a estar entre tus sábanas, tu cabeza vuela muy lejos, y hace un breve resumen del día vivido, y llega a una conclusión: "seguro que no recordaré este día". Es triste. Hasta los anuncios dicen que cada día es especial y que esa mañana en la que te levantas con el pie izquierdo porque no funciona la cafetera, has roto un vaso, no has llegado puntual, no funcionaba el agua caliente... Cada uno de esos días fatales puede acabar siendo el mejor de toda una vida, porque no sabes qué te depara el destino y a quién hará que, caprichosamente se cruce en tu vida.










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