jueves, 27 de octubre de 2011

Ahora que te pierdo, ahora que no te tengo, ahora que te veo solo al recordar....

"Ahora es el momento de decir LO SIENTO: DAME OTRA OPORTUNIDAD "


Siempre había dicho: "UN DÍA HABLO DE ÉL". Podría haber sido en tu cumpleaños, en el mío, o   otro día especial señalado en el calendario. Hoy no es un día especial, pero necesito decirle al mundo que ellos, aunque no lo sepan, necesitan a alguien como tú a su lado.




Imaginad por un segundo que vuestra vida da un giro de 360 grados cuando por cosas del destino, se os cruza una persona que primeramente parece pasar en silencio y no dejar marca; pero que consigue hacer mucho ruido y dejar una huella inminente.


"Y un día una personita cambia tu vida" (seguramente te suene esta frase...) Fue así cómo sucedió. Coincidimos una semana en un mismo lugar de "vacaciones" en la que él era mi monitor. Cuando acabó la experiencia, no dejamos de mantener el contacto, y pese a nuestros 600km de distancia y gracias a facebook y messenger, fue poquito a poco calando más y más dentro de mí, hasta confiar en él para todo y ser mi gran apoyo. Los meses pasaban, y casi se había cumplido un año desde que nuestras vidas, por caprichosas circunstancias, se habían cruzado. Mi sensación seguía siendo la misma: había conocido a la persona más maravillosa jamás encontrada.   No sé por qué no me pude dar cuenta antes, que yo, cada vez vivía más pegada al ordenador, necesitaba más saber de él, le echaba más de menos... Había llegado tan dentro de mí que sin quererlo, me estaba enamorando. Era imposible no quedarse horas pegada al teclado, como si me hipnotizara. Estaba siendo la relación más maravillosa que jamás había tenido con una persona.


En el aniversario del inicio de nuestro "cuento", vivimos nuestro apogeo. Descubrimos sentimientos que se salían de los <<posibles>>, aquellos que nunca imaginamos sentir. Dificultades a montones teníamos entre los dos; pues él tenía el corazón ocupado y yo, necesitaba hacerme un hueco. Nuestra diferencia de edad no nos supuso mucho problema, pues a fin de cuentas, yo pude llegarle a él como si fuera alguien de su misma edad.


Podéis creerme si os digo que me trató como jamás me han tratado y me tratarán. En todo momento fue un caballero, hizo esfuerzos extremadamente peligrosos por estar ahí, a mi lado. Arriesgó su futuro y la vida que llevaba por vivir conmigo una locura; por dar rienda suelta a lo que le dictaba el corazón.








Tengo tantas cosas que agradecerte y otras cuántas por las que pedirte perdón. Fui una estúpida al salirme del círculo que estábamos haciendo desde hace un año. He sido idiota al herirte de aquella a manera, pero sobre todo lo he sido, por hacerme creer a mí misma que podía vivir sin ti.












¿Véis? Seguro que pensaréis que no tengo perdón por haber dejado escapar el tesoro que tenía a mi lado. Por un error estoy lamentándome como no lo había hecho nunca... y es que seguro que sabéis la sensación que produce el no tener a ALGUIEN de la forma que tú quisieras, a tu lado, como antes. Como cuando me mirabas y con sólo un gesto, una leve sonrisa, hacías que no me pudiese contener, y tuviera que acercarme para volver a darte un beso.






Que jamás se te olvide que te quiero.







No hay comentarios:

Publicar un comentario