lunes, 9 de diciembre de 2013

Tras la tormenta, siempre hay calma



 Estuvimos tanto tiempo sin tener los pies en el suelo que no recuerdo cuando caí, o cuando caímos. ¿Por qué construimos una rutina de cristal? Maldigo mi miedo a volar sin ti, a vivir con el miedo de encerrarme en otra nube y no tener escapatoria.

Ahora me debo al tiempo y su poder, a buscar un hilo de esperanza en mí misma que me permita despegar y no volver. Lo mejor de todo ha sido hacer mi nuevo equipaje: mis pequeños 'amarillos'. Alguien dijo una vez que cuando no buscas nada, de repente aparecen personas que en enero no eran nada y en diciembre son imprescindibles. Estos son esos 'amarillos' que dan un halo de aire fresco y renovación. Pueden llegar a 'aprenderte' innumerables cosas y sobre todo forman parte de este 'tú' que quiere salir a conocer el mundo, ¿y qué mejor forma de hacerlo que de la mano de una caja de risas y buenas sensaciones?


Solo tengo un gracias de corazón que gritar al aire, y una sonrisa tatuada en los labios. ¡Por vosotros! Cheers and Merry Xmas! ^^






No hay comentarios:

Publicar un comentario