jueves, 10 de noviembre de 2011

Desesperación desesperada.

No sé si lo entenderás; pero he de marchar. Nunca he sabido cómo contarte este tipo de cosas, porque siempre pensé que no sería una buena idea, que me acabaría arrepintiendo o que incluso podría salir mal parada. No sé si cambiará algo, pero esto está superando un límite del que ya no puedo tener el control. 

Sé que lo sabías antes de que te lo dijera pero: ¿qué esperabas que hiciera? No te lo tomarías bien ni aunque te lo explicara de la forma más detallada posible. Sé que te he pedido muchísimas cosas, y que debería haber un botón con el que decir NO a todo, pero esto es serio y lo necesito de verdad. Quizá haya sido egoísta, derrochadora... pero ahora sé que hay cosas que llegan y tienen que suceder; sí o sí. Por favor, yo necesito llegar... sí, hasta él. No sé cuánto tiempo queda para que se multiplique la distancia y mi desesperación se desespere. No debe pasar más tiempo; tiene que ser ahora, antes de que llegue tarde y se haya esfumado.


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