miércoles, 15 de junio de 2011

Yo también ;)

Estaba agotada, aún después de haber dormido casi diez horas. Hizo un esfuerzo y abrió los ojos, pero la claridad del gran ventanal hizo que los volviera a cerrar. Quería seguir durmiendo, pero al recordar el inmenso ventanal se acordó de que... ¡ no era el de su habitación! Es verdad, del cansancio no había caído... ¿cómo podría olvidarlo? No, no lo había hecho. Había sido el mejor día con la mejor noche de su vida. Y lo mejor de todo, es que todavía le quedaban seis más, o quién sabe.... infinitas más.

Capri. Por fin. Imposible de creer. Había llegado hasta allí, casi de escapada y con él. Estaban de vacaciones en un destino paradisíaco con 189 horas para disfrutar juntos, y nadie podría quitárselo. Estaba muy ilusionada, feliz, y solo había pasado un día.

Él. Puede que no fuera el hombre "ideal" que inundaba en las revistas frecuentemente, pero a ella le resultaba guapo,morenazo, sexy, atractivo... y la mejor persona que había encontrado. Desde el principio había sido un chico atento, divertido, cariñoso y ella no deseaba otra cosa que pasar tiempo con él. El día que le propuso el mejor verano de su vida, el viaje a Capri, no lo pudo evitar, y ella se emocionó.

 Fue a casa corriendo, a hacer la maleta para marcharse al día siguiente y de los nervios no sabía por dónde empezar. Sabía que no podría decirle la verdad a su madre, pues con 17 años no sería apropiado aceptar una escapada romántica para su hija adolescente. Mientras intentaba que los bikinis, camisetas y pantalones cortos se hicieran su hueco en la maleta, pensaba en la excusa que le diría a su madre. No se le ocurrió otra cosa que decirle que iba a ir con sus amigas a Barcelona a pasar una semana, y que de paso visitaría a sus tíos. Su madre no pudo oponerse. Debía ceder un poco ya que la chica había sacado verdaderas notazas durante todo el año.

Cuando tenía todo preparado, llamó a su chico. Sí. Era su chico. Aunque él fuera unos años mayor que ella, el amor no entendió de edades y los unió. Fue a su casa, y allí esperaron unas horas antes de tomar el avión con destino a Capri.


Y ahora allí, en aquella cama enorme como la de las películas, allí estaba ella desperezándose. Miró a su lado y no lo encontró. ¿ Dónde se había metido? Se bajó de la alta cama, y se agachó para ponerse las zapatillas e ir en su busca. De repente, él saltó a la cama, se acercó por su espalda y le tapó los ojos con las manos:

- Buenos días, preciosa ---- le dijo. Te he traído el desayuno y una propuesta.

+ Dios... gracias cariño. ¿Qué es esa propuesta que me traes? ---- dijo ella.

Mientras se sentaban los dos en la cama, y le daba un beso de buenos días, el chico le contó su pequeña propuesta:

- Cariño, he pensado en enseñarte esto. Capri es el mejor lugar en el que nunca he estado, y quiero que lo conozcas. Cuando era pequeño, venía aquí siempre con mi padre, a visitar a mi abuela. Ahora  he vuelto unos años más tarde, y con la persona a la que más quiero. Andrea, eres preciosa, joven y nunca había conocido a alguien tan risueña, alegre. Eres genial. Así que dime que te vienes a la playa, que me amas y que esta semana seré el hombre más feliz del mundo. Que después de esta semana va a haber muchísimas más, que no te irás de mi lado y que esto es para siempre. Te quiero dar el beso de tu vida, ¡preciosa!

Andrea no pudo evitarlo. Se inclinó hacia él y le besó con toda la pasión que supo, tanto, que terminaron otra vez desnudos y haciendo el amor.

Bien entrada la mañana, por fin tomaron el desayuno juntos y se marcharon del hotel en el que estaban alojados. Fueron los seis días más felices de sus vidas, en los que no faltaron paseos, comidas juntos, juegos, risas, sexo, pasión, playa, noches de fiesta, de locura...

+ Eres lo mejor que me ha pasado, cielo. Te deseo. ¡ Quedémonos en Capri para siempre!

- Andrea, sabes que tenemos que volver, que todo lo bueno siempre termina, o no. ¿ Sabes lo que nunca va a terminar? Todo lo que te quiero. Te amo, Andrea.

+ Yo también, pero todavía estoy esperando el beso de mi vida...





1 comentario:

  1. POR DIOSSS! Pero tú de dónde has sacado esa maña de escribir?
    Te quiero hue.

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