viernes, 15 de junio de 2018

Te explicaré por qué.

Ocurre a veces, que cuanto más quieres contar, menos palabras parece que existen en tu diccionario. Los folios se convierten en desiertos y el blanco inunda el pensamiento y el alma.

En verdad tu pregunta tiene una difícil contestación, puesto que a mí misma me resulta una tarea de exhaustiva búsqueda dentro de mis pensamientos. En ocasiones, cuando trato de dibujarte en mi imaginación es como si no existieras realmente, como si hubiera sido yo tu creadora y la única testigo de un ser como tú. 

Eres un mapa lleno de tesoros que nadie ha buscado de verdad, buscaban oro cuando eres un diamante. A veces el éxito es la constancia en sí misma, y de eso trata mi ruta en tu mundo de adivinanzas. Me castigaste sin brújula, y soy náufrago en uno de tus mares, pero como buen gato seguiré insistiendo hasta que la curiosidad me mate.

Déjame decirte que ninguno  en esta vida sabemos qué es exactamente lo que queremos, aunque yo si sé lo que no quiero. Prefiero tener que arrepentirme de lo que he hecho a vivir con la duda. Eres un mundo de nuevas aventuras, eres fuente de teorías, historias y conocimiento. Eres del material más resistente, pero encierras un corazón noble, sensible y a la vez fuerte. El querer es admiración y eso contigo es algo que no se agota jamás. Sé que soy otro número aleatorio en tu lista de posibles, pero dime si te luchan y te ganan con algo más que pasión terrenal, porque yo desde aquí te digo que estoy preparada para la batalla.

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