miércoles, 25 de julio de 2012

Vueltas, vueltas y más vueltas

Te pregunté si temías algo, y dijiste que no, pero pienso que todos y cada uno de nosotros tenemos miedo de que ocurran ciertas cosas, de perder aquello que tenemos y de lo que no podemos prescindir. Yo temo muchas cosas, pero sobre todo una me está torturando incluso antes de que ocurra. Tu mayor temor es amar, saber que cuando se empieza nadie es capaz de pararlo, darse cuenta de que vives por una persona, tu único sustento es la felicidad del "otro" y respirar tranquilo, porque sabes que nadie puede parar la fuerza del ciclón más potente: el maldito amor. Miedo a entregarse. Los dos somos jóvenes, pero quizás amar no signifique "no disfrutar" sino empezar a vivir de verdad.




"Tengo un largo invierno para enamorarte". Ese es mi único consuelo, porque sinceramente, si algún día tengo que marcharme y dejar todo esto atrás será lo más duro que he hecho en mi vida. Sé que me olvidarías, que te enamorarías de una chica espectacular, no volvería a tenerte, ni a tocarte... Me atormenta la simple idea, y no estoy dispuesta a ello. Pero... ¿ y si mi vida continuara caminando al lado de la tuya?




¿Sebes? Hay una sensación de la que habla el mundo entero: las canciones, las películas, los padres, los enamorados... Se llama "para el resto de mi vida". Es aquella que dicen que se siente cuando ves a una persona, a ESA persona, que hace que concentres todos tus sentidos en cada uno de sus movimientos, que tiene la capacidad de hacer que corran los minutos como segundos, y también esa que cuando sabes que quieres compartir todo con ella, deseas que el resto de tu vida empiece lo antes posible.


Me llamas loca por el simple hecho de haberte dicho lo que siento, y creo que empiezas a tener razón, estoy exageradamente loca por que me lleves un día a la playa, despertarme contigo abrazada, recorrer cada rincón de tu cuerpo con mis besos, susurrarte que eres todo lo que quiero, lo que más deseo. Eres mi único vicio: tus manos, tu cuello, tus labios... Quiero un mapa de tu espalda, contar tus lunares, dibujarte un corazón en ella mientras duermes, y guardar en mi mente cada segundo que compartimos.






Dicen que el primer amor nunca se olvida, pervive eternamente. Ojalá no existieran segundos, ni terceros, ni cuartos... Quizás esto sea cerrarle demasiado pronto las puertas al amor, pero ¿ quién necesita más cuando se tiene al lado todo lo que una había soñado?




Esto no es más que el principio, y no dejaré de intentarlo, porque ya sabes que "jamás algo será sencillo si realmente vale la pena".
















Felices vacaciones pequeño.

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