viernes, 25 de octubre de 2019

Tiempo


Los días pueden parecer segundos cuando sientes que estás vivo, donde y con quien deseas. Cuando desconectas de tu propia vida y solo escuchas el mar de fondo y niños gritando en la orilla. Cuando abres un ojo por la mañana y te sientes afortunado por despertarte acompañado. Cuando recibes EL abrazo que te da el aire necesario para seguir respirando. 

El tiempo es solo eso. Y no espera, no para. Y no sabemos lo eterno que puede ser cuando estás deseando que pasen semanas, meses,... 
También es medicina, es aprendizaje. El tiempo y la distancia enseñan lecciones de vida. Son dos factores que complican la existencia, o que la agrandan. Es una combinación altamente explosiva que pueden hacer que por fin le des el giro que tu vida necesita, que encuentres tu sitio en el mundo, o que simplemente descubras qué o qué no quieres para ti.

Yo lo tengo claro. El tiempo me ha dado ganas, me da fuerza, y solo necesito que tú me ded esperanza. La vida me ha brindado tanta luz cuando estoy contigo que no necesito nada más. Quiero con todas las consecuencias. Aquí o allá, me da igual, pero contigo. Un minuto o el tiempo de un reloj. Sé que merece la pena.

Eres único, irrepetible, de las personas que dejan huella. Ojalá a veces pudiera escuchar lo que piensas, lo que te atormenta, porque hasta la fiera más salvaje tiene algún temor. Yo ya no quiero esconderme, no quiero ocultar ni lo que pienso ni lo que siento. Estoy aquí para intentarlo, para acompañarte cuando y donde sea, para hacerte el dolor más liviano. Para besar tus heridas cuando te hagan daño. Quiero sumar, y sólo puedo contigo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario