martes, 19 de junio de 2012

"Eso decíamos todos.."

Abrirse hacia los demás no es nada fácil. Solemos hacerlo cuando ya no sabemos dónde ir, qué hacer ahora... pero siempre tardamos más de la cuenta. Creemos que eso lo hacen los débiles; sincerarse es cosa  de cobardes. Error. La cobardía se cobija en aquellos que se creen luchadores, fuertes y sin embargo no saben expresar qué sienten o por qué están haciendo una cosa y no otra.

Una buena pregunta es... ¿y abrise a uno mismo? Eso aún es más complicado y la razón es  bien sencilla: continuamente vivimos una lucha entre lo que es adecuado y lo que queremos, lo que dice la cabeza, que más tarde lo traiciona el corazón. Es algo común entre todos los mortales pero carece de sentido si lo único que nos puede llenar es aquello que ansiamos, aunque no sea moralmente correcto.





-Y tú, pequeña, ¿qué es lo que quieres? 
- No quiero engañarte... Verás, no soy una chica de revista, ni la más inteligente, ni la más rica... digamos que soy alguien que no se da por vencido (al igual que Luis Fonsi) y que si por algo se guía es por aquello que se propone, pues le hace sacar las fuerzas cuando no las hay y no pierde la esperanza. Si de algo estoy segura es de lo que tiene que ver contigo. ¿Cómo se pueden reprimir las ganas de decirle a esa persona que es lo que más quieres? No preguntes el porqué, no tiene justificación. "¿Tú te has visto? ¿Has visto tu sonrisa? ¿De verdad necesitas justificación?". 
He visto en ti a la persona que quiero llamar cuando tenga un mal día, a la que oír y ayudar en todo lo que esté en mi mano, con la que disfrutar, reír, salir de fiesta. Quiero que seas tú el que me abrace y me haga sentir protegida, a la última persona que vea por la noche y a la primera que vea por la mañana. Quiero que me cojas de la mano, y sí, que pregunten si nos queremos, que me sonrías desde la otra punta del bar como sólo tú haces y que siendo como eres guardes un rato del día para pasarlo conmigo.


En resumidas cuentas; sé que hay una pequeña frase que mucha gente lleva en la boca para todo y para todos, pero que pocos saben el grado de importancia que decirla supone.... "te quiero". Es algo difícil y lleva su tiempo de precocinado hasta que lo conseguimos, pero el mundo se sustenta de una acumulación de esa misma frase que tanto nos agrada.


Mil veces hablamos del tema, y yo nunca exigiré algo que no quieras hacer. Yo me he sincerado conmigo misma, contigo y con los demás. Sé que te miro como no lo había hecho a ningún otro y que eres especial.


Ahora aclárame algo... si un día de madrugada se me escapa un te quiero... ¿ lo contarías como sincero y sentido de veras? Pues he aquí donde me encuentro, y déjame decirte que si alguna vez sentiste celos es porque me comprendes, y también deseas que me duerma y amanezca pensando en ti.









" Y es que eso decíamos todos... ¡quiero ser soltero! Pero cuando aparece esa chica, sabes que es TU chica "

No hay comentarios:

Publicar un comentario