martes, 22 de julio de 2014

Amarga petición


Se me acabó la tinta y me puse de nuevo la máscara. Ya no soy quien era y no sé cuándo ni por qué dejé de serlo. Dejé de creer en la buena y en la mala suerte, e incluso hice una mezcla explosiva de sentimientos. Pero sin duda sabía que llegaría el reencuentro: las noches en vela y yo; yo y mi amigo insomnio veraniego. Muchas noches nos atrapa porque la culpa no nos deja dormir o porque el sueño es injustamente raptado por los culpables. Ahora simplemente es un asunto indiferente...

Por un segundo trata de comprender qué hago aquí. Quizás eso de la culpa tenga algo que ver, porque mi cerebro empieza a decir "no puedo más". No sé que hacer... el mundo sigue adelante, y tú también. Las noches son un infierno, los días se hacen eternos...
Son cinco letras que no se borran, un silencio que me destroza... Si tu supieras... que estoy harta de sufrir...

Me trabo incluso haciendo una de las cosas que más me gustan... Vuelvo a ser inestable como hace diez meses. Necesito ayuda o tratamiento psicológico. Quien inventó el amor debió dejar instrucciones para evitar el sufrimiento. Debo confesarte que si de algo estoy orgullosa  es de entregarme en cuerpo y alma a las personas que quiero querer; y he aquí mi gran problema. Mi juventud me pone a prueba y no sé superar el obstáculo. Yo creí que sí, pero me estaba engañando. No me lo tengas en cuenta, se pasa rápido si traigo la balanza del Génesis y pongo solo una milésima parte de lo que me hizo sufrir aquel al que llaman primer amor. Primera ostia en la cara, diría yo. Pero, ¿qué hay de la transición? Suena mal llamar de ese modo a una persona, pero estuvo ahí, entre él y tú.

Tic tac tic tac... los meses pasan y huir no es la solución. Aunque una huida a tiempo a veces es una victoria. Lo dio todo por mi, le engañé, lo juzgué... me comprendió al ver que yo era feliz... y mi estúpido egoísmo le necesita. No te enfades... pero no entiendo la razón. Es así como lo siento. Confieso sin llevar una gota de alcohol en sangre: me costó decantarme por un bando. Dudé; he estado dubitativa mucho tiempo... porque en mi casa todo es confusión, pero en cualquier lugar en el que estés presente... cómo decirlo; casi se me olvida respirar. Creo que es claro. Tú me enseñaste cosas que el dinero no puede comprar, y me hiciste reír como si nunca antes lo hubiera hecho. 

¿Se puede querer a dos personas a la vez? Llevo tiempo preguntándome si es posible. Creo que yo lo hice. Entre amar y querer hay muchos besos de diferencia, por lo que puedes apuntarte un punto más a favor. Sé que en esta guerra hay un claro vencedor... pero me empeño en dar un premio de consolación que en ninguna batalla ha existido. La culpa es mía, lo sé... dicen que 'ojos que no ven, corazón que no siente', por eso a veces siento el deseo irrefrenable de huir. Lejos, muy lejos... Pero ¿sola? Soy demasiado cobarde para hacer cualquiera de las dos cosas. Solo quiero decirte, que antes de que me odies, me gustaría que supieras que si no fuera por ti, no sería lo fuerte que soy hoy, no habría sido capaz de quererme, y jamás habría encontrado la felicidad. 

Mi corazón está dolido y ansioso por olvidar. Quédate y ayúdale.