miércoles, 5 de diciembre de 2012




Sabio es quien dijera aquello de "cuando eres feliz, lo último que haces es escribir". Cuánta razón. A la vista está que he estado ausente durante nueve meses, y ha sido un período de transición, de pasar de la nada al todo.
No sé plasmar el estado de éxtasis que vivo día a día, de mis martes y jueves de oro, de los domingos de fútbol viendo a los 1.93 m más bonitos que jamás había visto. Él ha sido ( y sigue siendo) la fuente de sustento de este espacio, mi razón de escribir. Pero ahora no tengo que desahogarme con nadie, no lloro por las noches, no hago estupideces en vano...


Hoy podría ser el culmen de mi pequeño blog (aunque no lo será). Podría ser el desenlace de un desamor, que como si se tratara de una película, en la que al final el guapo se queda con la protagonista. Y aún no puedo creerlo... Mediados de agosto, principios de septiembre... algo ocurrió para que dentro de él se despertara y le dijera: ya es hora.


Todo lo que una desea, el amor correspondido, las largas miradas que soy incapaz de contener, la risa que me desestabiliza... todo él ahora siente lo mismo que yo, y solo puedo decir que soy INCREÍBLEMENTE FELIZ.



Nada más puedo pedir :) 



V <3